Son las otras casas de Assumpta en el Poblenou de Barcelona y son decenas. Cada una con su propia historia y la de sus habitantes, protegidas la mayoría de ellas en pasajes con vecinos combativos y dispuestos a no dejar ir su patrimonio sentimental. Con el avance, desde el año 2000, del distrito 22@ por este barrio de Barcelona, la que fuera la zona fabril y obrera de la ciudad durante décadas, es cada vez más la nueva zona de negocios, hotelera y universitaria de la capital catalana, así como un barrio residencial de nueva creación y con elevados precios por metro cuadrado.
Esta realidad urbanística pone en peligro, según los antiguos vecinos y entidades sociales, como el Observatori dels Barris del Poblenou, un conjunto de pasajes de casas bajas y modestas pero en muchos casos hasta centenarias que son minoría en el nuevo paisaje de la zona. Estos núcleos que aún preservan el pasado del Poblenou están en muchos casos en estado de deterioro más que palpable y en serio peligro de acabar siendo derruidos.
Muchas de estas casas conforman un modelo de vida durante la época en la que el Poblenou era conocido como el 'Manchester catalán', en la que el taller se situaba en los bajos del bloque y la vivienda en el piso superior. La vida pues, se desarrollaba casi en su totalidad sin salir de la manzana.
El Observatori ha hecho un recuento de los puntos más sensibles para la memoria histórica del barrio y, por extensión, de Barcelona, y los ha marcado en un mapa que han difundido en las redes para reclamar un Plan de Protección Integral del Barrio. "La memoria de un barrio o de una ciudad también la conforman aquellos lugares o edificios que los ponen en valor y que definen una cultura urbana y arquitectónica que conforma un lugar y una cultura comunes", afirma el Observatori, nacido de la Taula Eix Pere IV.
Encara hi ha 1.270 habitatges a #Poblenou afectats pel #22arroba 🏗️que podrien patir la mateixa situació que el passatge Morenes.
— Observatori dels Barris del Poblenou (@ObservatoriP9) May 27, 2020
La afectació urbanistica de la casa de la Assumpta al final de la Rambla és un fet particular.🏠
Es hora de que salvem #TotesCasesAssumpta 🏘️ pic.twitter.com/u07G7A9GN4
No dan la batalla vecinal por perdida a pesar de la fuerza que ejerce el boom inmobiliario y de hoteles y oficinas en el área. Para ser optimistas, se basan en dos casos recientes de éxito. El primero, el de la casita naranja de Assumpta, una vecina que luchó durante años por preservar su icónico hogar en un punto tan goloso para el negocio de la construcción como el final de la Rambla del Poblenou, a pocos pasos de frente marítimo. Assumpta falleció en abril, durante el confinamiento.
Por otro lado, se inspiran en la lucha con victoria de los vecinos del pasaje Morenes, capitaneada por otra mujer: Manuela Fernández Mancilla. Ella y las 24 familias que viven en el pasaje se organizaron para revertir el plan del 22@ que pretendía derruir las casas y construir oficinas de alto standing. Consiguieron los servicios de un abogado y evitaron ser expulsados de sus hogares en un plazo de dos años con una indemnización de tan solo 2.500 euros.
Peor suerte corrió otra vecina activista, Enriqueta Marzal, que vio cómo desaparecía su casa en la calle Puigmal para construir el Parc Central de Jean Nouvel. Con el parque vino abajo una barriada con comercios y talleres a los que Enriqueta quiso rendir tributo manifestándose durante años en una parada de autobús,
Un total de 1.270 viviendas están afectadas por planes urbanísticos del distrito tecnológico de Barcelona. Y hasta 9 pasajes también están en peligro de desaparición. Uno de ellos es el Pasaje Ratés, que alberga un conjunto de casas bajas aun en pie pero que podrían ser sustituidas por un complejo de oficinas, un albergue juvenil y viviendas de lujo que se construyen en una antigua nave industrial que está siendo remodelada y cuyos precios oscilan entre los 400.000 y el millón de euros.
El 22@ aglutinó en 2019 el 54% de la inversión en oficinas de toda Barcelona, en datos de PNB Paribas Real State y la previsión es que, hasta 2022, centralice el 68% de los nuevos proyectos de oficinas con un total de 350.000 metros cuadrados de superficie.
Passatge Ratés parteix una illa pràcticament del tot transformada #22arroba. S’han enderrocat les naus🏭resten cases baixes en perill 🏘️, grans edificis oficines🏗️alberg juvenil i habitatge de luxe🤑
— Observatori dels Barris del Poblenou (@ObservatoriP9) June 2, 2020
Aquest és el futur dels passatges #Poblenou?
Salvem #TotesCasesAssumpta
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Otros pasajes en la cuerda floja son Masoliver, Caminal, Ali Bei, Klein, del Taulat, de Coll, del Treball y General Bassols. El pasaje Masoliver está formado por naves antiguas que albergan desde lofts a espacios para eventos y estudios de artistas de diferentes disciplinas. El del General Bassols está directamente afectado por el Plan del 22@.
El coronavirus ha acelerado el borrado del mapa del Poblenou de "manzanas enteras" que han ido abajo durante el encierro. El historiador Lluís Sales, vecino, afirma que se ha aprovechado esta situación de alarma para "tirar a tierra una parte del patrimonio y de la memoria colectiva del barrio".
Ha sido el caso del derribo de las islas de casa entre las calles Ramon Turró y Llull y entre las calles Àvila y Ciutat de Granada, que han convertido el paisaje de casas bajas de las inmediaciones de los barrios de Trullàs y la Plata "en un solar". También durante el confinamiento, ha desaparecido un almacén de la primera década del siglo XX en la calle Badajoz con Llull. Otra casa modernista del año 1914 ha sido tirada en la calle Ciutat de Granada.
En Pere IV con Pallars hay de pie pequeñas parcelas de casas de los años 20, Uno de ellos, un edificio que es un "referente para el barrio" por su singularidad, y que también peligran con el 22@.
Aunque estas manzanas y bloques "no tienen un valor patrimonial especial", matiza, "en su conjunto configuran una forma de vivir y de trabajar que está en desaparición en el Poblenou y en Barcelona". Por eso, desde el Observatori insisten en que se respete todo este hábitat tradicional como se hace en otras ciudades.
Albert Valencia, arquitecto, vecino y miembro del Eix Pere IV, va más allá al vincular directamente estos derribos a "un cambio en el Poblenou tanto físico como social". Desde entidades como esta están en conversaciones con el Ayuntamiento para que el blindaje de estos pasajes sea una herramienta urbanística con la que, posteriormente, "proteger al vecindario residente, en su mayoría en régimen de alquiler y por ello más vulnerables" al desalojo y que este no sea expulsado del barrio a imagen y semejanza de otras zonas de Barcelona que han sucumbido finalmente a la gentrificación.
Desde el año 2000 solo se ha edificado el 20% del suelo que comprende el Plan del 22@ dice Valencia, por lo que se desconoce la suerte actual y futura de casi el 80% del terreno afectado por el proyecto. En dos décadas se ha construido 840.000 metros cuadrados de oficinas de los 3,2 millones que so susceptibles según la planificación.
De ahí que el momento sea "crucial" para las entidades a la hora de preservar el máximo del patrimonio y vecindario existente, Confían en que el auge del teletrabajo a raíz del confinamiento rebaje la burbuja inmobiliaria de las oficinas en el Poblenou para que ganen los vecinos.
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