De la Puerta de Alcalá de Madrid a la Puerta de Madrid de Alcalá, y viceversa, hay 30 kilómetros en línea recta. Cientos de miles de almas en pena los recorren cada día en uno y otro sentido en tren, bus o coche para estudiar o trabajar. Menos son los que se animan a empalmar la calle de Alcalá con las calles de Alcalá por el puro gusto de perderse en ellas. No saben lo que se pierden. Uno de esos edenes a los que, por cercanos, no les echamos la cuenta que merecen. Alcalá, el topónimo de la puerta y la calle más célebres de España, es Alcalá de Henares. Así, con el nombre del castillo árabe que la dominaba y el apellido del río que la ronda. La Complutum de los romanos. La cuna de Cervantes. La sede de la universidad que fundó Cisneros. Una ciudad ciudad, y no una villa, como otras que se dan más pisto, declarada patrimonio mundial hace ya 23 años, mucho antes de que la Unesco se fijara en la plaza de Cibeles. Un respeto.
from Portada de El Viajero | EL PAÍS https://ift.tt/3DgJ8vK
via La Escondida la marquesa
Comentarios
Publicar un comentario