Baptiste y Yann son pastores y monitores de esquí de fondo en el valle de Azun, en los Pirineos Atlánticos franceses; lo mismo cuidan de sus ovejas y producen queso que enseñan a deslizarse por la nieve. Son una muestra del espíritu que anima la montaña en la cara norte del Pirineo: respeto a las tradiciones y al medio natural sin menospreciar las oportunidades que ofrecen el turismo y los deportes de invierno. El proyecto de desarrollo para las dos próximas décadas bautizado Montaña 4 Estaciones busca la sostenibilidad de los 39 centros de esquí franceses en estas cordillera. Establece, por ejemplo, que todas las máquinas pisapistas deberán funcionar con hidrógeno dentro de 15 años.
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via La Escondida la marquesa
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